El panóptico

 

 

 

El castigo y la vigilancia son poderes destinados a educar (adiestrar) a las personas para que cumplan normas, leyes y ejercicios de acuerdo con la voluntad de quien detenta el poder. La vigilancia es una manera de observar a la persona, si está realmente cumpliendo con todos sus deberes – es un poder que actúa sobre el cuerpo de los individuos, sus gestos, sus discursos, sus actividades, su aprendizaje, su vida cotidiana. La vigilancia tiene como función evitar que algo contrario al poder ocurra y busca reglamentar la vida de las personas para que estas realicen sus actividades. El castigo es el medio descubierto por el poder para intentar corregir a las personas que rompen las reglas dictadas por el propio poder y también es el medio de evitar que esas mismas personas incurran en conductas castigables (a través del castigo las personas tendrán recelo de cometer algo contrario a las normas del poder). La vigilancia y el castigo pueden encontrarse en varios entes estatales, como hospitales, prisiones y escuelas. Incluso se creó un sistema llamado panóptico para facilitar la vigilancia. En ese sistema habría una torre central, la cual avistaría a los que están a su alrededor, vigilaría a todos de una sola vez, ya que en esa estructura la forma de la torre central es circular. “El panóptico de Jeremy Bentham es una composición arquitectónica de cuño coercitivo y disciplinario: posee la forma de un anillo donde la construcción queda en la periferia, dividida en celdas, teniendo al centro una torre con dos grandes ventanas que se abren hacia su interior y otra única para el exterior permitiendo que la luz atraviese la celda de lado…” (Michel Foucault – Micro-Física del Poder).

 

3 comentarios en «El panóptico»

  1. ¿Qué es el panóptico? O más bien ¿por qué Michel Foucault simboliza con él un modelo de sociedad? Para llegar al concepto de sociedad disciplinaria, primero debemos conocer de que se trata el panóptico y por qué en sus orígenes ya es una teoría o al menos un modelo de vigilancia o de control.

     

    Lo primero que debemos caracterizar es su aparición histórica. A fines del siglo XVIII, es más es un proyecto para realizar una prisión, presentado especialmente en Francia luego de 1789. Hay en ese entonces un pensamiento que campea y que no es muy añejo: el iluminismo. El panóptico no sólo será una demostración de este pensamiento sino que será el pensamiento iluminista en sí mismo. La mirada y la luz que surca los cuerpos es una preocupación del iluminismo reinante en esa época, por ende se la vislumbrara en el panóptico porque no decirlo así, con todo su esplendor.

     

    En el panóptico no sólo tenemos una mirada omnipresente sino que también el vigilante será controlado para la buena consecución del fin.

    Situado así, podemos darnos cuenta cual es el origen de esta construcción arquitectónica. Foucault al preguntársele como da con este proyecto dice «… fue cuando estudiaba los orígenes de la medicina clínica; había pensado hacer un análisis de la arquitectura de los hospitales en la segunda mitad del siglo XVIII, época en que se desarrolló el gran movimiento de reforma en las instituciones médicas…». Así descrito por Foucault, su encuentro fortuito con este proyecto arquitectónico se da al investigar la arquitectura hospitalaria. Describamos ahora someramente el panóptico: Una estructura semicircular, con habitaciones que estén abiertas hacia el interior de un patio y cerradas hacia afuera. En el patio, en el medio del diámetro encontramos una torre, de la misma se ve hacia las habitaciones que dan al patio.

    En la torre se sitúa el vigilante que mirará constantemente, o al menos esa será la idea que tendrán las personas que estén en las habitaciones. Por esta facilidad para contemplar a los personas de las habitaciones y a su vez la presunción que crearía el sentirse vigilado harían más económico este sistema por sobre los otros. Jeremy Bentham no sólo lo propone como modelo de prisión sino que lo postula para ser hospital, escuela, lugar de trabajo, etc. Dice: cualquier situación en que es necesario que la gente este en un mismo lugar y que desarrolle su actividad será posible y ventajoso disponer de esta construcción.

    ¿Ahora bien qué tiene que ver esto con nuestra sociedad? La respuesta a esta pregunta la hallaremos un poco más adelante, cuando leamos al propio Foucault, por de pronto debemos tener en cuenta que es lo que tomó él como importante o destacable de esta construcción.

    Principalmente, podremos destacar:

    1. La inversión de la arquitectura del teatro griego. Esta era una estructura en donde varias personas tenían la posibilidad de ver a una. Aquí es una persona que ve a varias.

    2. La mirada constante o la presunción de la existencia de ella

    3. La fijación de los individuos en lugares en que sean observables

    4. La polifuncionalidad: para una serie de instituciones en las cuales la observación es básica para el funcionamiento de las mismas.

    De esta última nota característica, los ejemplos más paradigmáticos quizás sean los hospitales y las prisiones. Estos lugares, han creado saberes especiales a partir de su instalación. Sabemos perfectamente que la psiquiatría se ha regodeado y ha buscado a sus mejores clientes en estos lugares, así mismo la criminología ha nacido al tratar de responder a las inquietudes de los filántropos, el Estado y demás, para resolver el dilema de la criminalidad. También sabemos que hemos inventado un conocimiento plenamente empírico y comportable mediante la observación, así, que mejor lugar para conocer las conductas de los alienados y de los presos que estas instituciones. De ahí la importancia de ellas para la creación de ciertos saberes y a su vez podemos destacar como al crearse situaciones para la creación de estos saberes, se crean situaciones de poder que a su vez se realimentan mutuamente.

    Teniendo en cuenta esto podremos leer la faceta, quizás más conocida de Foucault, relacionada con el poder. Ahora bien, recordemos una cosa que dijo Jeremy Bentham con respecto a su invento, utilizado como una escuela:

    «…Por lo que se refiere a las horas de estudio no hay, creo, más que un deseo unánime: que se empleen en el estudio. Apenas es necesario especificar que claraboyas, barrotes, cerrojos y todos los demás detalles que confieren a una casa de inspección su carácter terrorífico no tienen lugar aquí. Cualquier diversión, cualquier charla (en una palabra, cualquier distracción) están eficazmente impedidas por la situación central y resguardadas del maestro, con el refuerzo de tabiques o pantallas, tan ligeras como se quiera, separando a los alumnos…»

    No debemos tomar esto como trágico, ni como terrible. Nos daremos cuenta que tiene una gran importancia el tiempo y su buen uso, lo que se trata y la lógica capitalista será concordante con esto es utilizar de la mejor manera el tiempo para producir o para cualquier actividad que sea vista productivamente. Nos damos cuenta que este buen uso del tiempo en la escuela es una preocupación que suena demasiado actual, pero esto es lo perverso quizás, es que siempre estuvo instalada y nunca ha sido verbalizada de manera explícita, pero que es notorio si analizamos los discursos sobre la crisis de la educación. Pero si decimos que es una preocupación coincidente con la lógica capitalista, debemos destacar cual es la convergencia fundamental: principalmente se puede caracterizar por su aparición en un momento histórico determinado es más el panóptico o cualquiera de estas instituciones son hijas del capitalismo. El buen uso del tiempo, el uso de los espacios, será concordante en todos estos lugares de encierro; podemos destacar también la disposición de los cuerpos y una moralidad sobre los mismos, por eso es contemporánea a la realización de las ciudades obreras y a los cambios fundamentales en los lugares de trabajo, cambios que van a dar la nueva fisonomía al universo del trabajo y a la obtención del consiguiente beneficio, por parte de los capitalistas.

    Aunque si bien he dicho que estas instituciones son parte, o son hijas del capitalismo, me refiero estrictamente a que la creación se origina por las necesidades de ciertas clases sociales, pero también que se debe a cierta forma de pensar, a ciertas tecnologías que se originan por «…condiciones locales y de urgencias particulares. Han sido precisadas, pieza por pieza, antes de que una estrategia de clase las solidifique en amplios conjuntos coherentes…». Y con esto queremos destacar la noción básica sobre el poder que tiene Foucault, la descentralización del mismo cambia la tradicional noción de soberanía.

    Por último debemos destacar la importancia de Jeremy Bentham, o a nuestra sociedad como heredera de la problemática implantada por Jeremy Bentham, Foucault dice que él «…plantea el problema de la visibilidad totalmente organizada alrededor de una mirada dominadora y vigilante. Pone en marcha el proyecto de una visibilidad universal, que actuaría en provecho de un poder riguroso y meticuloso…» Por eso Jeremy Bentham puede decir que «cada camarada se convierte en vigilante», porque la mirada es una tarea universalizada, un momento de reproducción del poder y de los saberes, un momento por excelencia de nuestra actualidad.

     

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