A Elizardo Pérez

 

A  Elizardo Pérez

 

He descubierto tu nombre y tu obra recientemente. Lamento que no haya sido antes, pero bien… te he descubierto; lo que indica que los poderes hegemónicos no pudieron borrarte de la inquietud de muchos que creemos que podemos tener una mejor educación; algo que verdaderamente nos sirva y nos ayude a ser un poco más felices.

A veces contemplo la cara y la expresión del indio y se perciben marcas de dolor histórico e indeleble. Tal vez y a partir de un entrenamiento de la mirada, hay un momento en que surge la pregunta: ¿quién es ese otro, porqué se cierra para conservar su cultura, sus costumbres y  su manera de entender el mundo?

Indudablemente que el pensamiento oligárquico, liberal y positivista  no nos ayuda en nada para resolver estas dudas.

Estos conceptos  que se rescatan de algunos escritos, plantean la situación de una perspectiva que se adecúa a una alternativa eficiente, aun hoy.

La educación debe nacer de la realidad del campo y de lo más importante de la cultura aimara y quechua. Y a partir de la creación de la escuela de Warisata se llevó a la práctica por primera vez la idea de que el indio era sujeto y no objeto educativo, que había que tomar los elementos del pasado prehispánico y hacer de la escuela un núcleo productivo.”1

Esta sería la mirada del indio: “la escuela del indio debe estar ubicada en el ambiente indio, allá donde él lucha para no desaparecer; que no debe contraerse únicamente al alfabeto sino que su función debe ser eminentemente activa y hallarse dotada de un evidente contenido social y económico; que los padres de familia deben cooperar a su construcción con su propio trabajo y cediendo tierras como un tributo a la obra de su cultura; que la escuela debe irradiar su acción a la vida de la comunidad y atender al desarrollo armónico y simultáneo de todas las aptitudes en su proceso educativo (Pérez, 1992:70).”2

En  estas frases se encierra no sólo la dignidad del indio, sino un sistema productivo que incluye a todos sus miembros. Indudablemente Elizardo, estaba adelantado a su época y un poco a esta también.

El escritor Antonio Paredes Candia dice: «Este hombre fue un maestro de vocación, para él enseñar fue un apostolado, pero lamentablemente en un tiempo de oscurantismo social, cuando sus clases miopes, ordinarias de espíritu y ásperas de sensibilidad, no podían comprender la obra visionaria de un ciudadano patriota. Como todo hombre superior, Pérez fue un incomprendido de su tiempo». 3

Hace pocos años, escasos, se podría decir si se mide con la historia del pueblo boliviano, que el presidente de Bolivia es un indio, posiblemente tan inquieto como Avelino Siñani.

De todas las grandes cosas que se pueden rescatar del presidente Evo Morales, hay una metáfora visual que manifestó en un discurso que dio en la ONU; sacó unas hojas de coca de su bolsillo y las masticó en público. No recuerdo exactamente sus palabras pero indudablemente se refería a una planta milenaria con características sagradas para un pueblo y que les sirve para soportar las alturas y las rudas condiciones laborales de muchos. Ahora, el veneno que el capitalismo produce de la planta, es un negocio para otro tipo de gente, para comunidades que necesitan estar estimuladas químicamente para creer que la vida individual, egoísta y competitiva  tiene algún sentido.

Seguro que los ojos de Elizardo no pudieron ver la escena, pero su espíritu estuvo ahí. No caben dudas.

 

En nombre de los indios, los sometidos, los pobres, los marginados y los que han sido privados de la educación y el conocimiento; celebramos tu legado!

 

 

 

 

 

Mariano Ramos, Elizardo Pérez y Avelino Siñani

 

 

Fuentes:

1 http://ibolivia.net/la-guerra-del-chaco/elizardo-perez-y-warisata

2 http://postitulo.derechoshumanos.infd.edu.ar/

3 http://elias-blanco.blogspot.com.ar/2012/02/elizardo-perez-gutierrez.html

4.http://www.cambio.bo/?q=%C2%BFqui%C3%A9nes-eran-avelino-si%C3%B1ani-y-elizardo-p%C3%A9rez

 

 

 

 

Avelino Siñani, nació el 6 de febrero de 1881 en Warisata, provincia Omasuyos del departamento de La Paz,Bolivia.. Sus primeros estudios formales los realizó en forma clandestina, ya que en esa época no se permitía que los indígenas ingresaran en la escuela formal. 
En su juventud, Siñani logró completar sus estudios con el padre del Dr. Alberto López Mendoza,  para luego, entre 1904 y 1909, comenzar a enseñar a leer y escribir  a los demás indígenas de su comunidad, tarea que le valió la persecución de las autoridades y su encierro temporal, situación que se repitió en varias ocasiones. 
En sus continuos viajes se conoció con Elizardo Pérez, nacido el 5 de noviembre de 1892, en el pueblo de Ayata ubicado a 270 km de La Paz. Juntos crearían la primer escuela para la liberación indígena. 
La importancia de la escuela de Warisata consistió en enfocar su currículo y su estructura organizativa en la sociedad indígena y sus tradiciones. Concibió una forma suprema de educación basada en la escuela del trabajo productivo, aquella que se autoabastece por el taller y la tierra, dejando establecido la peculiar organización del trabajo colectivo en los Andes, y sus consecuentes expresiones culturales, sostenida por la Ley del Esfuerzo. 

Deja un comentario