En la Web 2.0. El concepto de inteligencia colectiva se ve impulsado con las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, especialmente con Internet. Con la Web 2.0 aparecen nuevas formas de relacionarse, en las que los consumidores pasan a ser también creadores, como consecuencia de una gran facilidad para la aportación de información. Existe, por tanto, una gran libertad para aportar contenidos en la red, y así los propios consumidores pueden construir contenidos colaborando entre ellos, aportando nuevos datos, corrigiendo, ampliando, etc. Esta nueva oportunidad que ha brindado la web 2.0 ha derivado en la creación de espacios dedicados exclusivamente a la creación de contenidos a través de una inteligencia colectiva, como es el caso de Wikipedia. Sin embargo, existen también controversias en este campo. Hugo Pardo Kuklinski expone el peligro de la aparición de <<imprecisiones intelectuales>>, debido a esta total libertad para aportar nuevos contenidos o modificarlos, de esta manera <<se sitúa en el mismo nivel a escritores amateur y profesionales>>.
En contrapartida a este argumento, otros destacan la importancia de la ampliación del saber, donde todos pueden aportar algo que haga crecer la inteligencia colectiva, ampliar los puntos de mira y no quedarse tan sólo con las aportaciones de los profesionales. Al mismo tiempo esta inteligencia colectiva se mantiene en constante revisión por los mismos consumidores, que van actualizando la información, ampliándola y corrigiéndola.
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Inteligencia colectiva
La inteligencia colectiva es una forma de inteligencia que surge de la colaboración y concurso de muchos individuos o seres vivos de una misma especie. Hoy es un término generalizado de la cibercultura o la sociedad del conocimiento. Aparece en una amplia variedad de formas de toma de decisiones consensuada en bacterias, animales, seres humanos y computadoras. Kropotkin es un referente temprano en su obra El apoyo mutuo, al referirse a la inteligencia colectiva de pequeños animales e insectos como abejas u hormigas.
Pero el estudio de la inteligencia colectiva puede ser considerado más destacadamente dentro del subcampo de la Sociología, de las ciencias de la computación y del comportamiento de masas, un campo que estudia el comportamiento colectivo desde el nivel de quarks hasta el nivel de las bacterias, plantas, animales y sociedades humanas. Tal definición surge de los trabajos de Peter Russell (1983), Tom Atlee (1993), Pierre Lévy (1997), Howard Bloom (1995), Francis Heylighen (1995), Douglas Engelbart, Cliff Joslyn, Ron Dembo, Gottfried Mayer-Kress (2003) y otros teóricos. La inteligencia colectiva es mencionada como inteligencia simbiótica por Norman Lloyd Johnson. Mientras que Tom Atlee prefiere enfocarse en la inteligencia colectiva fundamentalmente en humanos y trabaja activamente sobre lo que Howard Bloom llamó «el CI grupal». Atlee percibe que la inteligencia colectiva puede ser fomentada «para superar el ‘pensamiento de grupo‘ y los sesgos cognitivos individuales para permitir a un colectivo cooperar en un proceso mientras alcanza un rendimiento intelectual mejorado».
George Pór definió el fenómeno de la inteligencia colectiva como «la capacidad de las comunidades humanas de evolucionar hacia un orden de una complejidad y armonía mayor, tanto por medio de mecanismos de innovación, como de diferenciación e integración, competencia y colaboración.»[1] Tom Atlee y George Pór sostienen que «la inteligencia colectiva también involucra alcanzar un foco de atención único y un estándar de métrica que provee un umbral apropiado de acción». Su aproximación surge en la metáfora de la comunidad científica.
Inteligencia colectiva
Conceptos generales
Howard Bloom rastrea la evolución de la inteligencia colectiva desde los días de nuestros ancestros bacterianos, hace 3,5 mil millones de años, y demuestra cómo una inteligencia de multi-especies ha funcionado desde el comienzo de la vida.[2]
De otra parte, Tom Atlee y George Pór afirman que mientras la teoría de grupo y la inteligencia artificial tiene algo que ofrecer, el campo de la inteligencia colectiva debe ser visto como primordialmente una empresa humana. Según este punto de vista, la maximización de la inteligencia colectiva depende de la habilidad de una organización para aceptar y desarrollar «la sugerencia dorada,» que es cualquier contribución potencialmente útil de cualquier miembro. A menudo, el pensamiento de grupo obstaculiza a la inteligencia colectiva al limitar las contribuciones a una selección de pocos individuos o al filtrar sugerencias potenciales sin desarrollarlas completamente.
Por otra parte, Francis Heylighen, Valerie Turchin y Gottfried Mayer-Kress ven la inteligencia colectiva a través de la ciencia de la computación y de la cibernética. Howard Bloom resalta que las adaptaciones biológicas que han modificado a la mayoría de los seres vivos del planeta en componentes de lo que llama «una máquina que aprende». Mientras que, Peter Russell, Elisabet Sahtouris y Barbara Marx Hubbard se inspiran en las ideas detrás de la noosfera, una inteligencia colectiva trascendente que evoluciona rápidamente.
Historia
Un precursor temprano del concepto de inteligencia colectiva se encuentra en la observación del entomologo William Morton Wheeler que señala que individuos aparentemente independientes pueden cooperar tan cercanamente como para volverse indistinguibles de un solo organismo. En 1911, Wheeler observó este proceso colaborativo en su trabajo con las hormigas que actuaban como las células de un solo animal con una mente colectiva. A esta gran criatura que parecía formar la colonia la llamó «superorganismo».
En 1912, Émile Durkheim identificó a la sociedad como el recurso único del pensamiento lógico humano. Argumenta que la sociedad constituye una inteligencia mayor porque trasciende al individuo en espacio y tiempo.[3
En la Web 2.0
El concepto de inteligencia colectiva se ve impulsado con las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, especialmente con Internet. Con la Web 2.0 aparecen nuevas formas de relacionarse, en las que los consumidores pasan a ser también creadores, como consecuencia de una gran facilidad para la aportación de información. Existe, por tanto, una gran libertad para aportar contenidos en la red, y así los propios consumidores pueden construir contenidos colaborando entre ellos, aportando nuevos datos, corrigiendo, ampliando, etc. Esta nueva oportunidad que ha brindado la web 2.0 ha derivado en la creación de espacios dedicados exclusivamente a la creación de contenidos a través de una inteligencia colectiva, como es el caso de Wikipedia. Sin embargo, existen también controversias en este campo. Hugo Pardo Kuklinski expone el peligro de la aparición de <<imprecisiones intelectuales>>, debido a esta total libertad para aportar nuevos contenidos o modificarlos, de esta manera <<se sitúa en el mismo nivel a escritores amateur y profesionales>>.[4]
En contrapartida a este argumento, otros destacan la importancia de la ampliación del saber, donde todos pueden aportar algo que haga crecer la inteligencia colectiva, ampliar los puntos de mira y no quedarse tan sólo con las aportaciones de los profesionales. Al mismo tiempo esta inteligencia colectiva se mantiene en constante revisión por los mismos consumidores, que van actualizando la información, ampliándola y corrigiéndola.
Véase también
Consciencia colectiva
Referencias
Bibliografía
Sun, Ron, (2006). «Cognition and Multi-Agent Interaction». Cambridge University Press.
Enlaces externos
La inteligencia colectiva según la Revista Iberoamericana de Educación, Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura.
wikipedía
Programas informáticos colaborativos
Sironta, aplicación P2P para el intercambio, creación y edición de documentos que requieren trabajo en grupo.
Wikipedia