Las personas se aventuran en relaciones virtuales, que en ocasiones no se concretan físicamente, pero mantienen la ilusión del romance, como algo desconocido, que muchas veces termina idealizándose como el mal de Pigmaleón |
Las personas se aventuran en relaciones virtuales, que en ocasiones no se concretan físicamente, pero mantienen la ilusión del romance, como algo desconocido, que muchas veces termina idealizándose como el mal de Pigmaleón |
VIRTUALIDAD O REALIDAD
Amén de lo que se dice, las patologías que se presentan en una relación virtual son preexistentes, pues internet no constituye en sí misma la causa de comportamientos anómalos, sino una brecha que se abre a personas con problemas emocionales y de carácter que, pretendiendo resolverlos, pueden quedar atrapados hasta el punto que se transforme en su única vía de comunicación con los demás.
Las personas se aventuran en relaciones virtuales, que en ocasiones no se concretan físicamente, pero mantienen la ilusión del romance, como algo desconocido, que muchas veces termina idealizándose como el mal de Pigmaleón.
Los amantes en un chat tienen también algunas de estas sensaciones. Cuando reciben un aviso de correo también se sobresaltan y se entusiasman. No es posible tocarse de momento, excepto en su fantasía, aunque también se apoyan en sensaciones hasta cierto punto físicas, que les alertan de que se están enamorando.
Imaginar que pueden tocarse, besarse, abrazarse, explorarse, les proporciona un alto nivel de excitación sexual, y aunque no exista el contacto físico, la atracción erótica puede sentirse enormemente real. Pero, en un chat se siente atracción hacia la persona imaginada, no hacia la real que esta al otro lado de la pantalla.
Esta es la diferencia más significativa entre un amor de chateo y una relación personal: el hecho de que la atracción física se basa solo en fantasías, lo que demuestra y determina la enorme intensidad del deseo que desata este medio tecnológico.
Aunque haya existido intercambio de fotografías, la verdadera compatibilidad sexual de dos personas que han sido virtualmente amantes durante meses es imposible de predecir. Pero la imaginación es inagotable, y al no existir una relación física, se pueden dirigir desde las pasiones más fuertes hacia los sueños más frágiles.
Si a las personas les resulta difícil establecer compromisos en las relaciones de la vida corriente, en las historias a través de la red tienen que salvar obstáculos aún mayores. Mantener relaciones simultáneas a través de internet, a la larga, les hace sentir vacíos emocionales en su espiritualidad que no podrán llenarse con un sms.
Las nuevas tecnologías y plataformas de la información y la comunicación proponen una manera diferente de interactuar, a pesar de las distancias físicas. El desafío está justamente en ubicarla como una herramienta para hacer más atractiva o dinámica la comunicación, y no en una vida paralela.
Saber quiénes somos y lo que queremos no puede resumirse a actualizaciones de un muro, sms, chats… La vida real no cabe en un perfil o interacciones de bytes, pues el amor y los sentimientos humanos necesitan cariño, interacción carnal y una personalidad real para ser duraderos.
MAYTE MARÍA JIMÉNEZ
http://www.cubahora.cu/blogs/intimidades/sentimientos-virtuales#.U3eV9ah5PxA
Las relaciones vía chat, son siempre virtuales, la realidad es otra, la que nos pega de cerca. la que nos acaricia la piel. Obvio que por chat podemos ser y actuar hasta de la forma más correcta, que ni siquiera somos…Es una realidad creada a nuestro antojo, fundada en emociones platónicas. Para quien utiliza el chat con éstos fines, es válida toda la explicación. Para los que lo utilizamos para trabajar, la realidad tiene un poco más de tierra bajo nuestros pies. ¡Gracias.!