Hace algún tiempo una de las críticas dirigidas a Internet era asociarla directamente con pornografía y estupidización lúdica. Hoy Internet, las redes sociales, los blog y la web en general han demostrado que también impulsan revoluciones sociales.La información viaja a la velocidad de la luz, conecta a miles de millones en segundos y esto hace que muchas mentiras difundidas en los medios de comunicación queden al desnudo. Y en el mejor de los casos todo aquello que se oculta intencionalmente, se ha tornado inmanejable por los poderosos que pretenden unificar criterios acordes a sus beneficios.El 15 de octubre fue una gran demostración de un nuevo poder que tenemos los individuos y las comunidades artas de mentiras y postergaciones. |
15O Madrid
¿Millones de personas en las calles y no pasa nada? Después del 15O la versión más difundida en los medios de comunicación es que luego de la manifestación todo se desvanece y no cambia nada. Sólo introducen novedades fuera del aburrimiento programado si hay un evento enorme. Pero aunque los medios traten de normalizar la situación, saben perfectamente que la gente busca información por diversos canales y cuando un tema se debate y comparte en las redes sociales no tienen más remedio que informar sobre ello. Pero más allá del foco mediático, han pasado y están ocurriendo muchas cosas. Sabemos que somos muchos los que estamos en contra del dominio del mercado y los políticos, nos hemos escuchado decir cosas sensatas, nos hemos expresado con pancartas muy ingeniosas, con consignas sinceras, sencillas, del estómago. Hemos producido un conocimiento exhaustivo de la “crisis” económica, del sistema electoral, de la burbuja inmobiliaria… lo hemos compartido y, ahora, cientos de miles estamos más de acuerdo en el diagnóstico de lo que pasa, de las claves que nos atan a un mundo que no queremos. Tenemos coordinaciones metropolitanas y estatales, asambleas en los barrios y grupos de trabajo; hemos recuperado calles, parques y plazas y estamos tomando edificios. Se han generado herramientas de trabajo (stopdesahucios y n-1), espacios de comunicación muy potentes, listas entre barrios, nodos de DRY, lazos con ciudades y países del mundo, miles de personas cabreadas en conexión; manejamos cientos de blogs donde se suben actas y propuestas, y donde se difunde un proceso transparente que construimos día a día. Por todo esto hemos logrado ser un símbolo para mucha gente, algo en lo que confían frente a tanta mentira. Esto descoloca e irrita mucho a los poderosos, y es que por ahora estamos ganando la batalla diaria de la legitimidad.
¿Hacia dónde vamos? Sin duda se pueden afinar los procesos y seguir aprendiendo para fortalecer los distintos niveles de intervención. Los barrios, como referente territorial del movimiento, espacio de deliberación descentralizada, de presencia local. Las asambleas interbarriales, donde se encuentran las ganas de pensar juntos la lucha por la vivienda, lo social, la economía a nivel metropolitano. La coordinación entre diferentes ciudades y la colaboración entre espacios y organizaciones (asambleas, acampadas, Democracia Real Ya y sus nodos, Juventud Sin Futuro, Plataformas de afectados por la hipoteca, etc.). La capacidad de intervenir mediante la acción directa no violenta, poniendo el cuerpo para decir que lo legítimo está por encima de lo legal injusto, que podríamos ser cualquiera y que nos protegeremos los unos a los otros porque es el sistema el que está en nuestra contra. Y por supuesto la mezcla con la marea verde y los diferentes grupos que luchan contra los recortes en sanidad o cualquier servicio público.
También se pueden afinar los objetivos. Pero ya hemos descifrado y desarrollado las claves de la cuestión: una democracia digna de ese nombre; una economía al servicio de las personas; vivienda como derecho fundamental y punta de lanza contra la burbuja inmobiliaria; servicios públicos como espacios ciudadanos para garantizar el bienestar; no discriminación, ni por género ni por procedencia, porque la igualdad debe ser más que una palabra. Hoy existen muchas líneas abiertas: desbloquear el boicot de los políticos a una democracia real, hacer que nuestros intereses vayan por delante de los de los bancos, lograr que la especulación con la deuda soberana sea considerada ilegal, construir alternativas que nos den oxígeno los próximos años, detener desahucios y redadas, etc. Pero en el día a día no podemos olvidar que somos muchos y que “sabemos el camino de vuelta”. Tampoco podemos olvidar que el movimiento está formado por diferentes iniciativas en la calle y en internet que en determinados momentos cooperan con una capacidad increíble. La #globalrevolution demostró sus fuerzas el sábado, tengamos confianza en nosotros mismos…
|