El cuerpo humano entra en un mecanismo de poder que lo explora, lo desarticula y lo recompone, nos dice Foucoult. Una ‘anatomía política’, que es igualmente una ‘mecánica del poder’, y define cómo se puede hacer presa en el cuerpo de los demás, no simplemente para que ellos hagan lo que se desee, sino para que operen como se quiere, con las técnicas según la rapidez y la eficacia que se determina. La disciplina fabrica así cuerpos sometidos y ejercitados. La disciplina fabrica, en última instancia, cuerpos dóciles.
La ‘invención’ de esta nueva anatomía política no se debe entender como un repentino descubrimiento, sino como una multiplicidad de procesos con frecuencia menores, de origen diferente, de localización diseminada, que coinciden, se repiten, o se imitan, se apoyan unos sobre otros, se distinguen según su dominio de aplicación, entran en convergencia y dibujan poco a poco el diseño de un método general. Se los encuentra en los colegios, desde hora temprana; más tarde en las escuelas elementales. Han invadido lentamente el espacio hospitalario, y en unas décadas han reestructurado la organización militar; para el control y la utilización de los hombres.
Extraido de: Michel Foucault- Vigilar y Castigar. Editorial, S.XXI
|
sí, beneficios pero para quién? su sistema sr. nadie, se sostiene con explotación. han asumido esto o se hacen los giles?
bueno, leí su propaganda con el tío sam a la cabeza, la traducción es deficiente y creo que proponen enseñar a escribir o escribir ellos para imponerse con un tema, es como que te prestan en cuotas memoria y experiencia