Boaventura de Sousa Santos, sociólogo brasilero de la Universidad de Coimbra y de la Universidad de Wisconsin, fue invitado por el Ministerio de Educación de Argentina para participar del ciclo “Diálogos sobre educación, escuela y conocimiento en tiempos de pandemia”. En este marco tuvo lugar el encuentro con Pablo Gentili, Secretario de Cooperación Educativa y Acciones Prioritarias, el 15 de mayo de 2020. La mirada política que plantea de Sousa Santos nos permite reflexionar acerca del sentido democratizador, inclusivo y transformador de la educación. La conversación giró en torno de tres momentos: el desarrollo de la cruel pedagogía del virus, el análisis de la pandemia en distintos lugares del mundo y los riesgos propios de la educación en aislamiento y sus posibles repercusiones en un futuro cercano. En el primer momento, a diferencia del discurso mediático imperante que opta por la metáfora de “la guerra” para entender la pandemia, el especialista postula que la metáfora adecuada es la de una “pedagogía cruel”, porque el virus nos está enseñando que el modelo global de desarrollo está equivocado al estar basado en la explotación ilimitada de los recursos. Expone, además, que el virus agrava y profundiza las desigualdades sociales; que el Estado cumple un rol central para proteger a la población, pero que, al mismo tiempo, sus intervenciones son muy difíciles debido a que en los últimos cuarenta años sus instituciones han sido activamente desmanteladas. Señala también, que es en estos momentos que se vislumbra con claridad el hecho de que la salud pública no es un gasto sino una inversión, en tanto los regímenes de derecha se han mostrado ineficaces para combatir la pandemia. En el segundo momento, de Sousa Santos analiza los efectos negativos de la pandemia en los movimientos sociales de resistencia ya que, si bien el aislamiento social es la única manera de protección hasta que haya una vacuna, esto repercute negativamente en la organización y supervivencia de los más desposeídos. Finalmente, el especialista alerta acerca de que la virtualización forzada puede ser aprovechada para sustituir o disminuir a un mínimo la presencialidad y, dado que educar es más que enseñar, los efectos de esa decisión serían catastróficos.
Fuente: Ministerio de Educación de la Nación de Argentina.