Un día visitando un cole vi a una niña de seis años concentradísima dibujando. Le pregunté: «¿Qué dibujas?». Y me contestó: «La cara de Dios». -¡. ..! -«Nadie sabe cómo es», -observé. -«Mejor – dijo ella- sin dejar de dibujar-, ahora lo sabrán».
LLuís Amiguet
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