Cuando pasás por la calle y te lo cruzás, te sentís extraño ante la imposibilidad infinita de una sonrisa. – Estuvo en Malvinas. – alguien te aviva. Y la segunda pregunta que te aparece es, ¿por qué tanto dolor en su cara? … cuentan que la función que le asignaron era recoger a los caídos y ponerlos dentro de unas bolsas negras. El problema era que los compañeros, con los que habló la noche anterior, ahora estaban convertidos en pedazos; a veces se los reconocía por algún objeto personal. Y peor aun si esos fragmentos de carne que guarda en la bolsa, eran sus afectos o un pequeño círculo de contención ante tanta bestialidad organizada. Habría que ser estúpido o inconsciente para no quedar impresionado para toda la vida. Te entiendo hermano, lo menos que podríamos hacer es recuperar Malvinas.
Alguna vez alguien en la calle, un viejo, gringo, pintón y vestido de trabajador rural, decía que lo más interesante que tenía el argentino, era el ingenio y tenía varios argumentos y experiencias que podía demostrar.
Sí, es cierto, lo podemos observar día a día desde un taller mecánico, en más. Habrá que potenciar el ingenio entonces y habrá que traer de regreso, esa parte, que también es “nosotros”.
Salud! Por lo que brilla y hace brillar! |